No más miedos

De qué se tratan todos los cambios que hacemos en la vida. En verdad, no lo sé. Tomas un camino libre y comienzas a zigzaguear sin rumbo fijo. Esperas que alguien te tome de la mano y te lleve en línea recta porque crees que como has hecho las cosas, está mal. Sin embargo, cuando vas en línea recta te das cuenta que te gusta ir midiendo el camino centímetro a centímetro, todo el tiempo viendo de izquierda a derecha para saber cuál lado te gusta más. Y de pronto te encuentras ahí, decidiendo qué hacer, lo correcto o incorrecto, según las normas preestablecidas de la sociedad.

Este día me deja lleno de experiencias que espero a muchos les sirvan para guiar su vidas. Resumo en tres tiempos las ideas más sobresalientes de hoy:

Sexualidad en discusión

Un amigo pregunta si debe aclarar sus preferencias sexuales a quien se lo pregunta. Sus otros amigos -en sus redes sociales- le dan ánimos y le dice que no necesariamente tiene que dar explicaciones por las cosas que hace, desea o intenta hacer. Los límites están en nuestra propia mente y en la forma en la que comprendemos cómo pasan determinadas situaciones.

“No les hagas caso” “es tu vida” “no les importa, no te mantienen”. Comentarios de aliento, para su perspectiva. Para la mía es algo que nos debe decir: si pides opinión a la gente, no dudes que te cuestionen después sobre otras cosas. Lo propio hacia dentro, lo público hacia afuera. La delgada línea que lo divide debe estar marcada no con un “es mi vida privada” sino con un “de verdad no le veo la mayor importancia del mundo, menos porque no te afecta”.

Secretos que hay que guardar por profesionalismo

Hablar de nuestras malas experiencias laborales en público no es quemar las malas decisiones, es saber que algo anda mal y debes comunicárselo a quienes te cuestionan muchas cosas al respecto. Sí, aquí se repite: cuestionar. Cuestionar es lo que mejor hace el ser humano y por naturaleza lo primero a lo que se enfrenta en su crecimiento. Quiere descubrir el mundo, quiere darle un porqué a cada cosa y una respuesta a lo que es tangible e intangible. No todo es así. Hay cosas que simple y sencillamente se salen de las manos del ser humano, que pertenecen a algo más; algo superior a nosotros que aún no logramos entender y que, con especulaciones, malas interpretaciones, fanatizamos para satisfacer nuestros deseos curiosos.

Sin embargo, por ética profesional, solo contamos lo que creemos conveniente, dejando de lado nuestra opinión y tomando aquello que es tangible, racional y real. Sin más ni menos. Somos seres maduros,  y como alguien me dijo una vez “Esa no es una respuesta profesional”. ¿Decir la verdad no es una respuesta profesional? Profesional no es excusarte en la primera mentira que se te cruza por la mente. No tengo la boca llena de mierda y mentira, tengo la boca atascada de razón y verdad. Así de simple.

Mis opiniones me las guardo y tus especulaciones te las metes por donde tú creas mejor.

Sentimientos de por medio

Te conocí. La verdad te encontré entre un millón de hojas tiradas en el suelo y te sople frente a frente lo que hay que quitar de entre los ojos para que no llores cada vez que alguien se para frente a ti y te dice “es sólo lo que tú quieras ver, lo que tú quieras hacer”. ¿Ambiguo no? No importa, yo lo entiendo y si has estado en al misma situación, estamos en sintonía.

Lo importante es que, como dice Yamamoto Tsunetomo en su libro Hagakure, El camino del samurái: “La vida humana es muy corta. Lo mejor es vivirla haciendo las cosas que nos gustan. Es de necios vivir en este sueño que es el mundo viendo solo cosas desagradables y haciendo únicamente lo que no nos gusta. Pero es importante no decírselo a los más jóvenes, pues podría ser dañino si no se comprende como es debido. Personalmente, me gusta dormir. Y mi intención es confinarme cada vez más en mi dormitorio y morir sumido en sueño”.

Así que ya está dicho todo lo que necesitaba ser nombrado y borrado todo lo que no vale la pena. Me despido en esta ocasión de ustedes porque ya quiero terminar de ver la segunda parte de Kill Bill. Por cierto, termine de escribir mi post de hoy bajo las canciones Luz verde de Madame Récamier y Daylight de Maroon 5.

Publicado originalmente el 18 de marzo de 2015 a las 11:59 PM

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